Las comunidades
afrodescendientes son parte del legado cultural de nuestra historia, aun cuando
esta ha querido dejarla fuera privándola de todos sus derechos, al margen de la
situación política, económica, social y cultural, excluyéndola de todas las
decisiones y manteniéndola alejada del
poder, lo que los convierte en una población insatisfecha carente de servicios
públicos, educativos y donde la
esperanza de vida es mínima, situación que dada día revela la condición a la
que estuvieron sometidos los afrodescendienes hasta hace 150 años cuando fue
abolido el proceso de la esclavitud.
Podríamos entonces
decir la raíz de estas movimientos tienen su origen, cuando el pueblo africano
fue privado de su hábitat y traído a América en contra de su voluntad en
calidad de esclavo, sometido a toda clase de oprobios y marginación lo que les obligo
a huir de sus amos convirtiéndolos en cimarrones, esclavos huidos que tomaban
la decisión de fugarse en busca de la
libertad a través de conflictos sociales, para luego alzarse en rebelión con
otros como un acto colectivo que se convierte en político, en busca de su reconocimiento.
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